miércoles, 31 de marzo de 2010

Federico Fellini (n. Rímini, 20 de enero de 1920 – † Roma, 31 de octubre de 1993) fue un director de cine y guionista italiano, considerado por algunos como el mejor director de todos los tiempos.Avanguardista durante el Fascismo, sus primeras obras fueron para la Alleanza Cinematográfica Italiana (ACI), una compañía productora de Vittorio Mussolini, hijo de Benito Mussolini, a través del cual conoció a Roberto Rossellini.

En 1944, tras la caída del Fascismo en una Roma apenas liberada de las tropas armadas, abrió una tienda de retratos y caricaturas, The Funny Face Shop. El mismo año comenzó su contribución a la película más emblemática del cine italiano de posguerra: Roma Città Aperta (Roma ciudad abierta). Fellini también escribió guiones para otros directores reconocidos como Alberto Lattuada (Sin piedad, El molino del Po), Pietro Germi (En nombre de la ley, La ciudad se defiende) y Luigi Comencini.

Hay tres momentos en la filmografía de este director: Sus inicios, en constante coqueteo con la corriente neorrealista predominante en el cine italiano de los 40 y 50, y en aras de encontrar un estilo propio que le definiera como creador (de El jeque blanco a Almas sin conciencia pasando por la estupenda Los inútiles (I vitelloni, 1953); la resonancia internacional y conquista de las taquillas de todo el mundo, Óscar incluidos (La strada, Las noches de Cabiria, La dolce vita, Julieta de los espíritus, El Satiricón, Casanova y Amarcord); y la época de madurez, marcada por su distanciamiento con la crítica y por su pérdida de rentabilidad masiva de cara al mercado coincidiendo con dos acontecimientos clave: al final de la supremacía de los grandes estudios estadounidenses y europeos, y el relevo generacional tan rupturista como radical que se produce en los primeros años 70 en medio mundo se une ahora el auge de la TV como motor del ocio diario de la gran mayoría del público, acompañada de la fabricación de un nuevo invento que cambia el concepto de la industria del cine predominante hasta entonces: el vídeo doméstico.

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