viernes, 4 de diciembre de 2009


Las Guerras del Opio (chino tradicional: 鴉片戰爭, chino simplificado: 鸦片战争, pinyin: Yāpiàn Zhànzhēng), también conocidas como las Guerras Anglo-Chinas, fueron dos guerras que duraron de 1839 a 1842 y de 1856 a 1860 respectivamente, el punto culminante de los conflictos comerciales entre la China y el Reino Unido. El contrabando británico de opio de la India Británica hacia la China y los esfuerzos del gobierno chino para imponer sus leyes contra las drogas llevaron al conflicto. Francia luchó al lado de Gran Bretaña en la segunda guerra.

La derrota de la China en las dos guerras forzó al gobierno a tolerar el comercio del opio. El Reino Unido coaccionó al gobierno a firmar Tratados Desiguales, abriendo varios puertos al comercio exterior y entregándole Hong Kong a Gran Bretaña. Portugal siguió a Gran Bretaña y forzaron términos de intercambio desiguales para la China (Tratado de Nankín, cesión de Hong Kong a Gran Bretaña y ampliación de Macao para Portugal). Esta humillación por obra de potencias exteriores contribuyó a la Rebelión Taiping (1850–1864), la Rebelión Boxer (1899–1901), y la caída de la Dinastía Qing en 1911.

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