jueves, 7 de enero de 2010


Adolf Loos (Brünn, Moravia, Imperio austrohúngaro 10 de diciembre de 1870 - Kalksburg, Viena, República de Austria 23 de agosto de 1933) fue un arquitecto austriaco nacionalizado checoslovaco. Tras finalizar sus estudios vivió en Estados Unidos durante tres años (1893 - 1896). Polemizó con los modernistas, que formaban la denominada Secesión de Viena y que representaban un punto de vista antagónico de la arquitectura siendo considerado uno de los precursores del racionalismo arquitectónico. Estuvo en contacto con las vanguardias artísticas europeas de su época, como Schönberg, Kokoschka y Tristan Tzara. Fue el pionero del movimiento moderno que suponía desornamentación y ruptura con el historicismo. También gustó de escribir artículos de opinión (era muy duro con sus críticas): “Ornamento y delito”(1908) y “Arquitectura” (1910).

Su arquitectura es funcional, tiene en cuenta las calidades de los nuevos materiales (sacó su "Teoría del revestimiento"). Para Loos, la arquitectura es distinta de las artes aplicadas, es la madre de todas ellas, y solo incluye en estas últimas a los cementerios y a los monumentos conmemorativos. El resto de las tipologías arquitectónicas deberán ser funcionales, eliminando el ornamento. Él mismo financió una revista: “Das Andere” (“lo Otro”),en la que exponía sus ideas.

Introdujo un nuevo concepto en sus obras, el "Raumplan". El concepto del Raumplan consiste en que Loos adjudicaba a cada una de las habitaciones, a cada uno de los espacios, una importancia distinta. Afirmaba que un dormitorio, por ejemplo, no tiene la misma importancia que una sala de estar, que es un espacio de representación. De la importancia de las habitaciones dependía su tamaño o la altura del techo. Loos situó los cuartos a lo largo de un eje imaginario en la casa como si rodaran en una espiral. Cada habitación correspondía a los fines a los que debía servir. Así, la sala de estar, donde tienen lugar las actividades sociales, es un inmenso y precioso espacio. Al contrario, el dormitorio de los niños pertenece a la parte privada de la casa, y por lo tanto no necesita unos techos de dos metros.

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